Estrategias de Mantenimiento

El mantenimiento preventivo es el que se realiza regularmente en un equipo en condiciones de trabajo para evitar fallas no planificadas o averías. El mantenimiento preventivo es la piedra angular de una mayor confiabilidad de los activos, menor tiempo de inactividad y maximización de los recursos.

El mantenimiento correctivo es el mantenimiento realizado cuando un equipo se descompone y necesita ser reparado para que vuelva a funcionar normalmente. El mantenimiento reactivo generalmente tiene una mala reputación, pero de hecho, puede ser parte de una estrategia de mantenimiento sofisticada y bien equilibrada con un análisis y planificación cuidadosos.

El objetivo del mantenimiento predictivo es predecir cuándo puede ocurrir una falla en el equipo y prevenir la falla al realizar el mantenimiento. Idealmente, el mantenimiento predictivo permite que la frecuencia del mantenimiento sea lo suficientemente baja como para evitar el mantenimiento no planificado sin incurrir en el costo de realizar demasiado mantenimiento preventivo.

El mantenimiento productivo total es una estrategia de mantenimiento que alienta a todos en una instalación a participar en el mantenimiento. Su objetivo es incorporar el mantenimiento en las actividades diarias de una instalación para garantizar que se aborden los posibles problemas antes de que se conviertan en problemas mayores y afecten la producción.

El mantenimiento centrado en la confiabilidad es una estrategia utilizada para optimizar el programa de mantenimiento de una empresa al crear un plan específico para mantener cada uno de sus activos. El mantenimiento centrado en la confiabilidad tiene como objetivo reducir los costos, mejorar la seguridad y eliminar las tareas ineficientes al evitar un enfoque único de mantenimiento para todos los diferentes activos.

Hay varios factores a considerar al decidir si reparar o reemplazar un equipo. Los datos de activos son uno de los ingredientes más importantes para tomar la mejor decisión y garantizar que sus instalaciones se beneficien tanto a corto como a largo plazo. Comprender qué datos buscar, cómo capturarlos y qué hacer con ellos es crucial para ahorrar dinero y aumentar la confiabilidad.

Las cuatro estrategias de mantenimiento más comunes son el mantenimiento a la rotura, preventivo, predictivo y centrado en la confiabilidad. Decidir qué estrategia funciona mejor en diferentes escenarios y con diferentes activos es crucial para optimizar la salud de los activos y maximizar los recursos. Cuando se usan en la combinación correcta, estas cuatro estrategias pueden ayudar a llevar su instalación al siguiente nivel.